Saliendo de la tónica general del blog, un poema dedicado a nuestros amigos de aquella revista que es signo tan infalible de retraso mental como de reprobación eterna.
Se abre el cielo de Madrid
Un jueves a la mañana
Y de golpe Jesucristo
Baja a juzgar España
Nadie previó tal afrenta
Anticonstitucional
Contraria a la ley del pueblo
Y de aire preconciliar
Ministros, jueces y reyes
Obispos y curas flojos
De religión profesores
Y feministas y rojos
Tendrán en ese momento
El juicio más riguroso
Pero entre toda la mierda
La calaña de culpables
Esa caterva infinita
De impíos miserables
Tendrá un lugar singular
Atención considerable
Como lo peor de España
Quien para El Jueves trabaje
“¿Qué os he hecho” —dirá el Juez—
“Para que insultéis así
A mi padre y a mi madre
A mis amigos y a Mí
Mis ministros, mi Vicario
—A todo lo mío, en fin?”
“¡Era crítica social!”
—Se defienden ofendidos—
“Y este juicio es ilegal
Que nunca hemos consentido
Ni de Tu mano el imperio
Ni de Tu Iglesia el bautismo”
“¿Por qué, no creyendo en Mí
heríais mi Majestad?”
—continúa Jesucristo—
“¿Por qué, sin necesidad
con tal odio me atacabais?
Por eso os precederán
En transigencia en el Juicio
Hitler, Pol Pot, Gengis Khan
Himmler, Atila, Mengele
Lenin, Stalin, Saddam;
Prostitutas, sodomitas
Amigos del fornicar
Periodistas, parricidas
Y todo otro criminal”
El Juez dicta la sentencia
Bien oiréis lo que dirá:
“En el fondo del abismo
Os habréis de achicharrar
En una pila de mierda,
Vuestra cuneta infernal.
Como alivio de la sed
Lava os darán a tragar
Para con ella hacer gárgaras
Y que os podáis refrescar.
Pero que no se diga
Que carezco de piedad:
Sopesando la revista
Que os dedicáis a cagar
Y cómo estáis obcecados
Con el trajín genital
Antes del viaje a la fosa
Por Mi orden os castrarán
Siendo en el abismo libres
De vuestra obsesión sexual”
Dicta la sentencia y ríe
Y entre el coro de los santos
Junto a Abraham ríe Franco
Junto a Franco, José Antonio
Junto a José, Don Carlos
Junto a éste, Torquemada
Con Torquemada, Fernando
Con el buen Rey, Santa Cruz
Y con el cura los mártires
Por España y por Santiago
Contra el Progreso y el Moro,
Las dos armas del Diablo.
¡Cómo ríen, como cantan!
In aeternis, sin descanso
Con los santos serafines
Y la Virgen sin pecado.
Y así, con justo castigo
Siendo Dios glorificado
Entre risas y alabanzas
Y alegría y arrebato
Cierra la historia del mundo
Un último gran milagro,
Inaudito, sin igual,
Del todo inimaginado:
Los dibujantes del Jueves
Hacer reír han logrado.
Delicioso.
Oro