Además de "soberanía" me atrevería a sugerir otros dos términos rechazados en el "idiolecto ortodoxo" neo tradicionalista. Uno es el concepto mismo de "estado" impugnado por Dalmacio Negro, autor de cierta influencia en el neo tradicionalismo. Otro es nada menos que "Europa", desde la descripción de las famosas "rupturas" con la cristiandad de Elias de Tejada. No he podido encontrar esa impugnación de Europa, que quieren oponer a la cristiandad y la "Hispanidad", en ningún autor próximo a la tradición previo a Tejada. Corríjanme si me equivoco.
Quizá puede decirse lo mismo del término 'absoluto' ó 'absolutismo', nunca negado por los persas sino defendido y diferenciado por ellos respecto de 'rey despótico' ó 'rey tiránico' pues no concebían que el soberano (voz defendida también por éstos) usase su poder sin obligación moral y leyes justas.
Es el intento de confundir absoluto con arbitrario, muy fructífero entre los enemigos de la monarquía pues acabó quebrando el seno del 'tradicionalismo' durante el "Sexenio Democrático" al abrazar la distinción los moderados venidos de otros sectores.
Además de "soberanía" me atrevería a sugerir otros dos términos rechazados en el "idiolecto ortodoxo" neo tradicionalista. Uno es el concepto mismo de "estado" impugnado por Dalmacio Negro, autor de cierta influencia en el neo tradicionalismo. Otro es nada menos que "Europa", desde la descripción de las famosas "rupturas" con la cristiandad de Elias de Tejada. No he podido encontrar esa impugnación de Europa, que quieren oponer a la cristiandad y la "Hispanidad", en ningún autor próximo a la tradición previo a Tejada. Corríjanme si me equivoco.
Hasta dónde yo sé fue el primero en afirmar esa oposición capital en tales términos, sí.
Quizá puede decirse lo mismo del término 'absoluto' ó 'absolutismo', nunca negado por los persas sino defendido y diferenciado por ellos respecto de 'rey despótico' ó 'rey tiránico' pues no concebían que el soberano (voz defendida también por éstos) usase su poder sin obligación moral y leyes justas.
Es el intento de confundir absoluto con arbitrario, muy fructífero entre los enemigos de la monarquía pues acabó quebrando el seno del 'tradicionalismo' durante el "Sexenio Democrático" al abrazar la distinción los moderados venidos de otros sectores.