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Excelente artículo.

"El bien de una cosa, no sólo del hombre sino de cualquier especie de ser, es la perfección de su función propia. Así, por ejemplo, el bien de un cuchillo consiste en tener las perfecciones necesarias para cortar, y de otro modo no será un cuchillo bueno. Asimismo, el bien de cualquier artista consiste en realizar correctamente su actividad propia de acuerdo con el fin de ésta (deleitar la vista o el oído de quien lo perciba, por ejemplo), de modo que el buen artista es el que tiene las habilidades adecuadas en orden a ese fin. (...) De todo lo anterior se sigue que, consistiendo la felicidad en la posesión del bien, y siendo el bien de cada cosa la realización de sus fines propios y los medios que a ello pertenecen, la felicidad del hombre consiste en la consecución de sus fines naturales, que son para él su bien. Y esto no es sólo un esquema abstracto, sino la base sobre la que se da toda la acción humana, porque las mismas acciones malas siempre se hacen, bajo algún aspecto, para alcanzar un bien, y ese bien existe en función de un fin natural del hombre. El mal proviene de que se persiga ese bien desconectado de su fin propio que le da sentido, o que se realice un fin natural mientras se contradice otro. Así, el que engaña constantemente para obtener dinero no está persiguiendo un mal, sino su autoconservación, el honor en sociedad o algún otro fin propio del hombre, sólo que frustrando al mismo tiempo el fin de la comunicación humana (que es por definición comunicación de la verdad) y de la vida en sociedad, que exige el no dañar a otros. Y las aberraciones sexuales, como pueda ser el bestialismo, buscan el placer venéreo, que se sigue del fin natural de la procreación, pero de un modo directamente contrario a su fin propio. De esta manera se muestra que la ley natural no es una teoría moral abstracta más, sino la coherencia en las acciones humanas: Todos perseguimos distintos bienes, y esos bienes tienen valor en razón de un fin, con lo que lo integralmente bueno para el hombre en cuanto hombre no puede ser sino el seguir esos fines plenamente y en su orden propio. ASÍ, LA LEY NATURAL PUEDE RESUMIRSE COMO SIGUE: CONSECUCIÓN ARMÓNICA DE LOS FINES NATURALES DEL HOMBRE Y LO QUE A ELLOS PERTENECE, SUBORDINANDO LOS INFERIORES A LOS SUPERIORES Y NO CONTRADICIENDO UNOS EN PRO DE OTROS."

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